miércoles, 1 de mayo de 2013

El color del arco iris

Si no puedes más, no tienes por qué quedarte. Puedo estar bien sin ti. Jamás te dije que te quise, te dije que te amaba. Y tampoco tú crees que podamos contar nuestras grandes experiencias con los dedos de una mano (aunque las pequeñas puedan significar algo más que simples casualidades de la vida). Y no me molestará que ahora me llames cualquier cosa, la mayoría no serán verdad, y lo sabes. ¿Por qué si no estaríamos enamorados? Lo único que puedo aceptar que me llames es mentirosa. Porque sé de sobras que lo soy.

¿Y sabes qué? Es cierto, contigo todo era mucho mejor. Y no querría renunciar a ello. Pero puedo vaticinar que no llegará a ningún lado, porque así la vida me ha creado, siendo una insegura niña que no cree poder sentir el amor más allá de los poros de su piel. Probablemente pronto eche de menos tu mano agarrada a la mía en los paseos matutinos por la playa. Y tus besos en la frente cuando no puedo dormir. Tal vez algún día cuando te vayas las lágrimas dejarás de empapar la almohada. Solo prométeme una cosa: volveré a ver en tus ojos el color del arco iris. 

4 comentarios:

  1. Sin palabras! Leyendo este texto casi de ganas de llorar :,)

    ResponderEliminar
  2. Pásate por mi blog! Estás nominada a un premio! Besoo

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué texto tan bonito!
    Nunca sé muy bien si vuestros relatos tienen algo que ver con vuestro estado de ánimo o algo que os haya sucedido, pero si es así. Espero que te recuperes.
    Besos, Amanda.

    ResponderEliminar

¿Nos dedicas unos segunditos de tu vida?